19.7.07

Muerte, en todas partes la muerte

Abro los ojos. Parece q empieza un nuevo día. Las horas pasan impasibles, como siempre, pero ahora parece q la tormenta se encuentra un poco más lejos, al menos por ahora. Me siento en el sillón y observo la disposición de las paredes: ha cambiado. Times are changing arround the world. Para bien, para mal. El bien y el mal son conceptos tan esquivos que se me escapan entre los dedos y jamás logro detener su vuelo de constante cambio. Lo que es bueno hoy, tal vez sea malo mañana. Y no parece depender de mí, aunque está claro q en mi vida sí puedo actuar, en mí sí puedo cambiar las cosas, siempre y cuando lo q yo sueño sea respaldado por otras almas q se encuentren en un lugar de sueño parecido. Abro los ojos y miro a mi alrededor. Todavía me estoy desperezando. Acostumbro mis ojos a la luz y miro, pero casi está más oscuro el día q los mundos q soñé en la noche de mi alma. Sale el sol y con él viene la energía constructora, pero no puedo verla. Los rostros se deforman bajo la luz aclaradora de los rayos celestes. Joder, toda una vida soñando con despertar para esto. Cierro los ojos y me vuelvo a dormir, soñando de nuevo por si al final, cuando un día despierte, la fuerza de mis sueños y los de mis hermanos han hecho posible el milagro: el cielo en la tierra, un cielo q construímos entre todos a medio camino entre lo recordado y lo creado, porque si fuera verdad q todo existe no tendría sentido la vida. La creación imperfecta necesita sanarse, el error debe ser integrado hasta q forme uno con todo, porque la suma de errores es acierto cuando los canalizamos con sabiduría y amor.

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