17.2.11

Más allá de la Vida

Es curioso cómo apetece hablar, aunque no haya nada q decir. Se pone una al teclado y surgen las cosas, los conceptos, las ideas. Podría hablar de muchas cosas, pero no me apetece. Y, sin embargo, me apetece escribir. Es una manera de exorcizar, quien sabe q diablos o diablillos q habitan el el interior de cada cual.

El infierno existe. Pero es tan poca la gente q va allí, q no vale la pena preocuparse demasiado por él. Basta con una mínima muestra de arrepentimiento, oportunidades existen siempre, y los que habitan allí, es porque así lo desean. No hay amor, no hay buenos sentimientos, y de eso, hasta las malas personas tienen.

Por eso es mejor pensar en el Devachán, q es lo q nos espera a la mayoría, en nuestro nivel evolutivo. Siempre recordando que en la tierra, así como (me atrevo a afirmar) en el mundo astral, vemos los espejos deformados por nuestra percepción imperfecta, y creemos cosas q no son.

Pero el Gran Espejo no puede ser engañado, está más allá del bien y el mal, más allá de la dualidad, más allá de nuestra comprensión, solo accesible en destellos e iluminaciones q todos tenemos alguna q otra vez, en esa vocecilla interior q a veces ignoramos y que trata de guiarnos hacia nuestro propio desarrollo.

Por eso os pido, queridos lectores, que no olvidéis lo q sois, q os escuchéis siempre y, sin torturaros demasiado por vuestros errores, elijáis ocuparos q preocuparos de ellos.

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