29.12.23

Nuestras huellas

Cada persona es su verdadera huella en el camino, y no se trata siquiera de que te la reconozcan o no. Se trata de seguir la propia conciencia y cumplir nuestra misión en la tierra. Son muchos los que pretendieron ser por otra persona el reino de los cielos, pero los santos no somos capaces de defender las acciones de los demonios como si fueran nuestras. No se trata de entender a la gente por lo que parece, sino de ser quienes somos verdaderamente. Todos tenemos una esencia, y no es mejor quien mejor apariencia tenga, sino quien más se conquista a sí mismo y mejora su situación anterior al nacer. Hay demonios que se creen otras personas, no saben que no es real el poder acceder al reino, al verdadero mundo de otro ser. En los tiempos que corren se han extendido las falsas creencias de cómo se accede a las verdades ocultas del verdadero saber, vetado por supuesto a quienes no saben ver. Cada persona tiene su propia historia, q acontece según sucede y no como apuestan los tergiversadores de la realidad, q no se convierte en verdadera porque no lo es. Lo q es es lo q es, las cosas son como son, acontecen como acontecen y nunca es tarde para ponernos a trabajar en aquello q verdaderamente nos conduce al palacio de la sabiduría, inaccesible desde otro ser humano si no se comprende por un@ mism@, si no lo comprendemos realmente y lo encarnamos en verdadero caminar. Debemos más q nunca escuchar a nuestra conciencia, y caminar hacia donde nos dictan las estrellas verdaderas de las altas esferas espirituales del universo. Hay seres que nos cuidan y nos guían, pero la ambición, la codicia, la envidia, la lujuria, las bajas pasiones humanas nos están impidiendo alcanzar la realización del plan supremo de la luz en la tierra. Desde arriba nos quieren felices, humanos, sensibles, humildes, si nos dejamos guiar de verdad por la intuición del verdadero saber y nos alejamos de vez en cuando del ruido mundano podremos acabar con la guerra y empezar una nueva era. 

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