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13.10.10
17.5.10
26.3.10
1.3.10
La Ratita Pisuantracita Y La Bebita Luana
Es curioso cómo he tenido una hija y no se me ocurre ningún cuento. Esta improvisación surje de esa necesidad, me salga bien o no, ahí va:
Había una vez una ratita que vivía en una casita donde había una pequeñaja llamada Luana. La ratita, que se llamaba Pisuantracita, juntó moneditas para comprarle a Luana su cunita donde ella dormía, y como no podía verla porque vivía en otra ciudad, se convertía en ratita para pasar tiempo con Luanita, en los momentos en que ella estaba sola y nadie la veía.
La ratita se escondía en una pata de la cunita de Luana cuando no podía verla porque había algun adulto cerca. Aunque eso no importaba, porque ellos no la veían: habían dejado de creer en ratitas :(.
Pero Luanita era muy feliz porque la había descubierto :) Juntas pasaban las horas y le decía a Luana todo lo que ella quería, porque esa ratita también era un hada y podía saber los secretos que nadie puede desvelar, hasta los más recónditos, sabía ver donde nadie más veía y Luanita quería ser como ella y por eso juntas charlaban reían jugaban y practicaban sus truquitos mágicos.
Y ahora mi dulce niña duerme y sueña con los angelitos, que te quieren mucho muchito y tú les das tu corazón....
Había una vez una ratita que vivía en una casita donde había una pequeñaja llamada Luana. La ratita, que se llamaba Pisuantracita, juntó moneditas para comprarle a Luana su cunita donde ella dormía, y como no podía verla porque vivía en otra ciudad, se convertía en ratita para pasar tiempo con Luanita, en los momentos en que ella estaba sola y nadie la veía.
La ratita se escondía en una pata de la cunita de Luana cuando no podía verla porque había algun adulto cerca. Aunque eso no importaba, porque ellos no la veían: habían dejado de creer en ratitas :(.
Pero Luanita era muy feliz porque la había descubierto :) Juntas pasaban las horas y le decía a Luana todo lo que ella quería, porque esa ratita también era un hada y podía saber los secretos que nadie puede desvelar, hasta los más recónditos, sabía ver donde nadie más veía y Luanita quería ser como ella y por eso juntas charlaban reían jugaban y practicaban sus truquitos mágicos.
Y ahora mi dulce niña duerme y sueña con los angelitos, que te quieren mucho muchito y tú les das tu corazón....
16.11.09
Cosita Bonita
Aquella noche lo soñé. Soñé que rompía aguas, y que el parto se demoraba, hasta el punto de que me mandaban a casa porque aun no era la hora. Pero lo era. Esa misma tarde perdí el tapón, mucosa marrón que anuncia la llegada. Y poco después caía el agua.
Como primeriza inexperta pero informada, al menos sabía que podía esperar. Tomé un café y unos dulces para subirme la tensión, no fuera que me desmayara como mi santa madre y perdía el conocimiento en un momento tan importante, que recordaré toda mi vida.
Fuimos al hospital. Ni una contracción. Una sensación de felicidad inundaba mi ser, en medio de un montón de madres enfermas o ya con dolores. Se anunciaba el momento, el momento soñado de verle la cara a mi hija, de saber cómo es. Me dijeron que pasara allí la noche, y que a la mañana, si no me había puesto de parto, me lo inducirían (por eso del riesgo de infección una vez rotas las aguas). Me indicaron que caminase esa noche para provocar un poco la bajada, y así lo hice, para dormir después unas horas. Se cumplían las 12h reglamentarias a las 6:00 de la mañana.
Son las 6. Todavía no tengo dolores. Me llevan a ponerme las correas. Todo normal, y la nena que no viene. Aparece la doctora y me introduce una pastilla por la vagina, que aparentemente apenas noté, como para imaginarme la sinfonía que empezaría poco después.
Primer dolor. Al principio flojitos pero al cabo de un rato la aférrima defensora del parto natural pedía a gritos la epidural, mientras se sentía avergonzada de su propia cobardía y juraba no tener hijos nunca más (cosa que se olvida o es retirada unas horas después).
Los médicos y anestesistas están ocupados. Ha cambiado la luna, y esa noche nos hemos puesto de parto casi todas las mujeres embarazadas de esta ciudad, o eso parece. La anestesia no llega, y solo tengo a mi madre y a la comadrona, mujer que no olvidaré en la vida.
Al final llega el momento. Es incómoda pero según la anestesista me porto como una campeona, excepto en el momento en el que me da el calambre y pego un bote que asusta. Poco a poco todo cambia. Sigo sintiendo los dolores, pero puedo soportarlo, y me dispongo a disfrutar del parto en cada instante, en cada contracción, en cada dolor. Pasan 2 horas y se pasa el efecto de la anestesia, pero afortunadamente no tardan tanto en inyectarme la segunda dosis. Ya queda poco. Aparece la cabecita. Me ponen un espejo delante (una superfície reflectante) para que vea lo que está pasando. Esta comadrona es increíble. Hasta me saca mi madre una foto, lo llego a saber y le enseño a grabar vídeos pero en esas estoy cuando me dice la partera que haga el favor de atender a lo que toca, y me quedo sin vídeo pero alucino pepinos cuando...
La cabeza ya está fuera. Alguien me pregunta si la quiero coger y digo que por supuesto, y en menos de 3 minutos ya está fuera del todo !!!! Alucino por un tubo, yo me esperaba 3h más. La cojo y le doy su primer abrazo. Está llorando pero pronto se calma, el azote en el culo o está obsoleto o es ciencia ficción. Es maravilloso, ese ser lleno de fluidos de colores blanco y rojo es mi hija, mi engendro, parte de la creación y parte de mí, gestándose durante 9 meses en mi barriguita... no me lo puedo creer. Mi madre corta el dordón y solo queda un empujón para sacar la placenta (y la cuarentena para acabar de depurar). Luana ya está aquí.
Aun hoy, a casi 3 semanas de su nacimiento recuerdo ese momento. Y doy gracias al cielo por este maravilloso regalo que me ha dado, renaciendo yo en cada gota de su aliento, parte de mi ser y fruto de mis entrañas.
Como primeriza inexperta pero informada, al menos sabía que podía esperar. Tomé un café y unos dulces para subirme la tensión, no fuera que me desmayara como mi santa madre y perdía el conocimiento en un momento tan importante, que recordaré toda mi vida.
Fuimos al hospital. Ni una contracción. Una sensación de felicidad inundaba mi ser, en medio de un montón de madres enfermas o ya con dolores. Se anunciaba el momento, el momento soñado de verle la cara a mi hija, de saber cómo es. Me dijeron que pasara allí la noche, y que a la mañana, si no me había puesto de parto, me lo inducirían (por eso del riesgo de infección una vez rotas las aguas). Me indicaron que caminase esa noche para provocar un poco la bajada, y así lo hice, para dormir después unas horas. Se cumplían las 12h reglamentarias a las 6:00 de la mañana.
Son las 6. Todavía no tengo dolores. Me llevan a ponerme las correas. Todo normal, y la nena que no viene. Aparece la doctora y me introduce una pastilla por la vagina, que aparentemente apenas noté, como para imaginarme la sinfonía que empezaría poco después.
Primer dolor. Al principio flojitos pero al cabo de un rato la aférrima defensora del parto natural pedía a gritos la epidural, mientras se sentía avergonzada de su propia cobardía y juraba no tener hijos nunca más (cosa que se olvida o es retirada unas horas después).
Los médicos y anestesistas están ocupados. Ha cambiado la luna, y esa noche nos hemos puesto de parto casi todas las mujeres embarazadas de esta ciudad, o eso parece. La anestesia no llega, y solo tengo a mi madre y a la comadrona, mujer que no olvidaré en la vida.
Al final llega el momento. Es incómoda pero según la anestesista me porto como una campeona, excepto en el momento en el que me da el calambre y pego un bote que asusta. Poco a poco todo cambia. Sigo sintiendo los dolores, pero puedo soportarlo, y me dispongo a disfrutar del parto en cada instante, en cada contracción, en cada dolor. Pasan 2 horas y se pasa el efecto de la anestesia, pero afortunadamente no tardan tanto en inyectarme la segunda dosis. Ya queda poco. Aparece la cabecita. Me ponen un espejo delante (una superfície reflectante) para que vea lo que está pasando. Esta comadrona es increíble. Hasta me saca mi madre una foto, lo llego a saber y le enseño a grabar vídeos pero en esas estoy cuando me dice la partera que haga el favor de atender a lo que toca, y me quedo sin vídeo pero alucino pepinos cuando...
La cabeza ya está fuera. Alguien me pregunta si la quiero coger y digo que por supuesto, y en menos de 3 minutos ya está fuera del todo !!!! Alucino por un tubo, yo me esperaba 3h más. La cojo y le doy su primer abrazo. Está llorando pero pronto se calma, el azote en el culo o está obsoleto o es ciencia ficción. Es maravilloso, ese ser lleno de fluidos de colores blanco y rojo es mi hija, mi engendro, parte de la creación y parte de mí, gestándose durante 9 meses en mi barriguita... no me lo puedo creer. Mi madre corta el dordón y solo queda un empujón para sacar la placenta (y la cuarentena para acabar de depurar). Luana ya está aquí.
Aun hoy, a casi 3 semanas de su nacimiento recuerdo ese momento. Y doy gracias al cielo por este maravilloso regalo que me ha dado, renaciendo yo en cada gota de su aliento, parte de mi ser y fruto de mis entrañas.
12.9.09
Maternidad Apunto De Explotar
Mi barriguita está creciendo por segundos así como mis dolores de espalda. Sentiré toda la vida no haber sido capaz de dejar el tabaco aunque estoy orgullosa de haber dejado la medicación el alcohol y los porros. No sé si es que ya se está dando la vuelta o que pero me está causando unos dolores la Luanita que vaya vaya vaya (aunque también es cierto que sarna con gusto no pica).
He estado releyendo el blog, y bueno sigo fiel a eso de no borrar nada por ahora, pero hay cosas de las que he sentido una profunda vergüenza (no diré cuales). Y otras de las que estoy orgullosísima, y que espero de corazón que le sirvan a alguien más.
Mis caminos astrales siguen ahí, aunque prefiero ignorarlos a ver si se van de una vez y para siempre, que me tienen mareada y bastante tengo yo conmigo misma. Al menos la profesional de turno no me tiene necesariamente por paranoica simplemente acepta como yo que hay cosas de muy difícil explicación pero sin creerse por encima de mí (ni de nadie). Y bueno con ganas de dejar el tema y dedicarme a mi niñita que pronto vendrá al mundo :)
Me he dado cuenta al releer que hay cosas que me propuse y conseguí, y otras que quedaron en el camino. Y sin saber si es la vena autoindulgente la que me dicta esta sentencia pues estoy contenta de muchas cosas, avances en la pintura algunas asignaturas parte de arteterapia... aunque ahora todo queda parado para dedicarme a mi mejor obra de arte: Luana.
Con el apoyo de la gente que lo vale, como un gran amigo del que no he hablado aun y que forma parte de mi vida actual con mucha fuerza. Alguien que quedó fascinado por la niña que llevo dentro y que nos quiere y nos mima incondicionalmente. Alguien que sabe escuchar, cuya bandera es la sinceridad, y que hace que me sienta tranquila y segura en esta aventura que se me acerca y en la que gracias a Dios no voy a estar sola.
A él y a nuestra amiga en común dedico esta entrada, agradeciendo el cariño el apoyo y la comprensión.
Mil besos y que vuestros proyectos para este nuevo "curso" lleguen a buen puerto, que estamos llegando al otoño y toca renovar ideas para seguir caminando en esta gran aventura llamada VIDA. Os quiero :o)*
He estado releyendo el blog, y bueno sigo fiel a eso de no borrar nada por ahora, pero hay cosas de las que he sentido una profunda vergüenza (no diré cuales). Y otras de las que estoy orgullosísima, y que espero de corazón que le sirvan a alguien más.
Mis caminos astrales siguen ahí, aunque prefiero ignorarlos a ver si se van de una vez y para siempre, que me tienen mareada y bastante tengo yo conmigo misma. Al menos la profesional de turno no me tiene necesariamente por paranoica simplemente acepta como yo que hay cosas de muy difícil explicación pero sin creerse por encima de mí (ni de nadie). Y bueno con ganas de dejar el tema y dedicarme a mi niñita que pronto vendrá al mundo :)
Me he dado cuenta al releer que hay cosas que me propuse y conseguí, y otras que quedaron en el camino. Y sin saber si es la vena autoindulgente la que me dicta esta sentencia pues estoy contenta de muchas cosas, avances en la pintura algunas asignaturas parte de arteterapia... aunque ahora todo queda parado para dedicarme a mi mejor obra de arte: Luana.
Con el apoyo de la gente que lo vale, como un gran amigo del que no he hablado aun y que forma parte de mi vida actual con mucha fuerza. Alguien que quedó fascinado por la niña que llevo dentro y que nos quiere y nos mima incondicionalmente. Alguien que sabe escuchar, cuya bandera es la sinceridad, y que hace que me sienta tranquila y segura en esta aventura que se me acerca y en la que gracias a Dios no voy a estar sola.
A él y a nuestra amiga en común dedico esta entrada, agradeciendo el cariño el apoyo y la comprensión.
Mil besos y que vuestros proyectos para este nuevo "curso" lleguen a buen puerto, que estamos llegando al otoño y toca renovar ideas para seguir caminando en esta gran aventura llamada VIDA. Os quiero :o)*
11.7.09
Luana, mi vida, con amor serás recibida
Luana:
Eres en África: la más bella de todas las tribus,
y como variante de Luanda: hija de la luz.
En portugués eres variación de Lua, que significa: luna.
Y en germano eres: la guerrera que nunca se rinde.
Espero que te guste tu nombre y te sientas identificada con él preciosa mía, vida que llevo en mis entrañas. Yo tampoco me rindo y lucharé a tu lado, seremos dos en vez de una, más la gente que nos ayude. Tu abuela y tu tía abuela (que son dos en uno) ya te tienen vestiditos alguno lo llevé yo de pequeña ;))))
Te quiero mi vida :)
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