19.4.07

El poder de la palabra

La palabra es como un vehículo q nos permite comunicarnos con los demás, así como con nosotros mismos. Hace de puente, y dice todo lo q nuestras almas desean comunicar. A veces es difícil encontrar las palabras adecuadas, pero cuando se da la expresión perfecta es algo mágico que puede conmover hasta al más frío de los corazones.

La palabra puede amar, odiar, herir, sanar... simplemente con el pensamiento se pude cambiar el curso de los acontecimientos, siempre y cuando no haya otras palabras q actúen en contra de lo q uno quiere. Y aquí entramos en el poder: el poder del color, de las palabras, de las letras, de los pensamientos... en este caso hablamos del poder de la palabra, y se me ocurre una frase q leí en alguna parte: "Si un poema no emociona, no es un poema. Solo son palabras bonitas". En el caso de la poesía el poder es el de emocionar, hacer sentir, como puede hacerlo el diálogo de una película o las páginas de un libro de cuentos, o de terror.

Todo el mundo tiene ese poder, unos más q otros, pero todos lo tenemos. Y, como todo poder, el q lo tenga debiera saber q conlleva una gran responsabilidad. El bien y el mal tan solo dicen q son las 2 caras de la misma moneda, pero soy de la opinión de q el odio jamás será más poderoso q el amor, y q una persona q está destinada a ser feliz, no dejará de serlo porque alguien, o su entorno, piense: q te vaya mal si no estás conmigo (o por cualquier otra razón como yo no soy feliz tú tampoco lo serás), y más cuando esa persona ha sido como el perro del hortelano y no ha dejado comer pero tampoco ha comido, como me consta q le ocurre a muchas personas a juzgar por lo q me cuentan cuando les echo las cartas del tarot por internet.


Y es q los hombres no se comprometen, no son valientes. Cuando lo son, pueden serlo hasta sus máximas consecuencias, como cuando cierto escritor quiso dejarlo TODO por mí, para venir a mi lado y cuidarme para siempre, cambiando hasta de ciudad. Yo tb he pecado de eso, de miedo al compromiso, de lo mismo de lo q me quejo yo ahora.

Dicen q donde hay amor no existe el miedo. Ergo, donde hay miedo no cabe el amor. Pero estoy cansada de ver tíos q están coladitos de tías y lo echan todo a perder, porque es q encima todos queremos q nos quieran en exclusiva pero mientras no estás decidid@ por una persona en concreto se suelen tener más en mente, y todos, ellos y ellas, queremos q los q nos gustan estén solo por nosotr@s pero hacer lo q nos da la gana.

Yo al menos voy de frente, y así me va. Y no soporto esta situación, necesito estabilidad, quiero ser de un solo hombre, pero el q más me gustaba me dejó en la cuneta y me cuesta volver a confiar y entonces apareció otro q también despertó sentimientos sinceros en mí, pero q tampoco movió un dedo por tener algo serio conmigo y entonces conocí a otro q no tenía nada q ver con la inestabilidad de los q me enamoraron pero no me enamoré, y si no me enamoro en el primer beso dudo q lo haga más tarde, aunque puedo llegar a querer mucho a esa persona, como al amor más largo q he tenido (aunque fuese estabilidad inestable, q parece ser lo mío) y del q nunca llegué a enamorarme perdidamente, porque agradezco a las personas de buena voluntad q aparecen en mi vida su tiempo y su comprensión, su amor y su amistad y su apoyo en los momentos difíciles. Su cariño, vamos, q ando tan falta q aunque no les corresponda como ellos quisieran sí lo hago a nivel de sentimientos bonitos de dar las gracias porque ellos no juegan conmigo al hoy sí y mañana no,no me hacen sufrir secan mis lágrimas y me hacen sentir q no estoy sola.

El poder de la palabra puede ser sanador. Conozco a una persona q es capaz de quitarme las depresiones a base de palabras, que empiezo pensando: joder no se callará nunca (porque cuando estoy mal me repliego sobre mí misma). Y a medida q me va contando el cuento siento que el malestar desaparece y me dejo llevar por la magia q encierra la historia q me está contando.

Empiezo a pensar q la mujer sufre más q el hombre, por naturaleza. Y el hombre q la ama sabe cómo paliar su sufrimiento, porque lo q un hombre enamorado desea más en el mundo es ver a su mujer feliz. El sexo es un arte q pocos conocen en profundidad,más bien que todos conocemos pero q pocas veces sabemos encontrar. Surje del amor verdadero, pero es q incluso donde hay amor verdadero a veces aparece el miedo, por no decir casi siempre, porque pocas personas hay en este mundo q sean libres de verdad, y arrastramos millones de heridas, rencores, resquemores... toda clase de impedimentos para q el amor siga su curso natural y poco a poco se vayan adquiriendo los compromisos.

El poder de la palabra es mayor cuanta más verdad encierre, hará más daño si ataca con verdades q con cosas q no son ciertas o q no vienen a cuento, emocionará más si habla de sentimientos o conocimientos auténticos y profundos, sanará más si es amor lo q encierra.

Y para despedirme unas palabras mágicas del Maestro Sabina, q tuvieron el poder de llenarme de emoción cuando iba de camino al aeropuerto para volver a Barcelona hace algunas horas: Los pájaros visitan al psiquiatra,las estrellas se olvidan de salir,la muerte viaja en ambulancias blancas,pongamos que hablo de Madrid.

Y gracias amigo por brindarme un descansito en esta turbulenta vida mía ;)



Artista: Joaquín Sabina
Album: Malas Compañías
Canción: Pongamos que hablo de madrid

Allá donde se cruzan los caminos,
donde el mar no se puede concebir,
donde regresa siempre el fugitivo,
pongamos que hablo de Madrid.
Donde el deseo viaja en ascensores,
un agujero queda para mí
que me dejo la vida en sus rincones,
pongamos que hablo de Madrid.
Las niñas ya no quieren ser princesas,
y a los niños les da por perseguir
el mar dentro de un vaso de ginebra,
pongamos que hablo de Madrid.
Los pájaros visitan al psiquiatra,l
as estrellas se olvidan de salir,
la muerte viaja en ambulancias blancas
pongamos que hablo de Madrid.
El sol es una estufa de butano,
la vida un metro a punto de partir,
hay una jeringuilla en el lavabo,
pongamos que hablo de Madrid.
Cuando la muerte venga a visitarme,
que me lleven al sur donde nací,
aquí no queda sitio para nadie,
pongamos que hablo de Madrid

7.4.07

Como una almeja en medio del desierto

Me siento como un puto aborto. Perdonen mi vocabulario, salta a la vista que no encajo aquí. El mundo de la gente feliz es algo que me atrae, pero no soy como ellos. Ni siquiea me lo creo, pienso siempre que hay gato encerrado, que son pura fachada. Que ni ellos se creen la mitad de lo que predican. Algunos dicen que se refugian en su mundo, entiendo eso, yo también lo he hecho, hasta el punto de creermelo y aparecer en un mundo ideal donde el sufrimiento deja de existir y el amor llena los corazones. Supongo que no puedo pedir respeto si soy la primera que piensa que existo a la altura del betún, y que se siente como una mierda, como si no mereciese esa felicidad que, quien sabe, tal vez esté dentro de mis posibilidades, después de todo... y claro, elijo vivir sin la anestesia, sin la venda en los ojos, sintiendo el terrible sufrimiento que han absorvido los poros de mi piel. Siempre he pensado que puedo aprender de él, si no puedes con tu enemigo únete a él... pero acabo viendo cómo la gente sabia vive siendo capaz de disfrutar de la vida, mientras yo me siento culpable por el mero hecho de existir y no sé cómo remediarlo. No puedo evitar hablar de los temas que la gente suele evitar o se los guarda para sí, y me siento mal por extender mi negatividad allá donde voy, aunque, eso tb es verdad, sin perder, si es que puedo y ni que sea un esbozo triste, la sonrisa, y sin dejar de valorar emocionalmente las cosas. Las emociones, ellas son la llave que nos da a conocer este mundo de locos, y las detonantes tanto de la alegría y el constructivismo como de la tristeza y la destrucción. Decir que todo se reduce a falta de cariño me parece algo triste, y además incierto, porque puede que malsano, turbulento, aprisionado, castrado, oprimente y desgraciado, pero el amor no me ha faltado en la luna de mi cuna (si no me han amado más, es porque no han podido). Mi infancia: ojos que ven demasiado rápido, sin saber ni lo que ven, sin comprender esas cosas que más tarde habrán de salir a la luz, antes de ser capaz de poder con ellas, una niña adulta antes de tiempo, una adulta que como no fue niña no puede ni sabe confiar en la abundancia de la vida, ni siquiera después de que esa abundancia misma se manifieste rodeada de tinieblas. Siento la necesidad de comunicar en todo momento cómo me siento y eso es algo que a la gente le suele traer sin cuidado, ande yo caliente, ríase la gente... pero hay gente consciente que sabe como yo que si uno solo sufre hasta el último ser vivo de la tierra siente su dolor porque somos uno como las células del cuerpo forman parte del mismo recipiente material del alma.

Me aburre este mundo. No soy capaz de disfrutar en él, no puedo con la hipocresía y a veces pienso que se debe a que me han tratado de implantar una serie de normas para sobrevivir aquí pero olvidando lo esencial, y mi ser se rebela contra las normas porque si de todas formas no voy a ser feliz, prefiero regirme por las mías propias, y ser al menos lo más auténtica que pueda. Vamos un árbol que trata de dar fruto antes de clavar firmemente sus raíces en el suelo, porque fuerza es debilidad, y debilidad es fuerza: la fuerza de la capacidad de sentir debilita y esa debilidad es la fuerza de la libertad de crear una estructura nueva que reemplace la anterior.

Mi abuela es una mujer avanzada en su tiempo. Educó a sus dos hijas de manera que tuviesen unos estudios, y alcanzasen unaposición más o menos prominente en la socedad. Ambas se han encontrado con el mismo problema: un hombre que dejó de trabajar y se dio a los vicios, dejándoles todo el trabajo a ellas. Han pagado el precio de la libertad de la mujer, al menos del principio de ésta. Cuando el artista escocés dibujó al hombre vestido, radiante y sonriente y a la mujer desnuda y hundida en la miseria me encendí: las cosas no son así! le decía. Y él me decía que no conocía el caso de España, pero que para él Escocia era así. Me sigue pareciendo una aberración de cuadro, una desigualdad fea... pero en parte real. No hay más que verme a mí, me puedo reír mucho con un vídeo divertido pero la mayor parte del tiempo me lo paso sintiendo mi ser y tratando de ir más allá para superar ese sufrimiento que me tiene presa, expresando en el camino por tratar de comprender, para leerlo luego con calma, para ver también si escribiendo se me aclara un poco la mete y veo algo más claro.

No niego necesitar ayuda, pero no confío en la técnica anestesia emocional... soy muy sutil, no me rajaré las venas pero me dejaré caer hasta el fondo del abismo... no soy física y lo físico no puede curarme... al saberme falta de raíces puedo buscarlas fuera de mí, pero eso no me sirve (por eso me cuesta tanto recibir ayuda). Es un trabajo mío, pero me he desviado tanto que ya ni recuerdo quien soy. Y la poca gente por la que me he sentido descubierta, la poca gente que ha sabido ver a través de mí, ha utilizado su sabiduría para chuparme la sangre, que como debilidad es fuerza es bastante potente (sufrir hace soñar, y el sueño es el primer paso para un futuro donde el sufrimiento no exista... es una oración, de la religión que sea).

Y tú que sabes, se preguntan algunos. Dime lo que sabes y te recordaré cuánto ignoras, si es que no te has dado cuenta por ti mismo.

No me des tus lágrimas, son saladas... mejor unas dulces carcajadas, dicen otros. Ya me gustaría a mí tener amor para regalar a los 4 vientos, que buena falta le hace al mundo... alegría, alegría... quien la tenga haga el favor de contagiarla...

Dicen que hay que trabajar duro, y que el que algo quiere, algo le cuesta. Yo por naturaleza soy trabajadora, pero necesito sentirme bien y no puedo evitar sentirme cansada antes de empezar. Y estoy cansada de estar cansada. Y así podría pasarme la vida entera, paralizada por el miedo y sin llegar a comprender jamás la natraleza del dolor que alberga mi alma, y que es infinito. Expresando lo mal que me siento y atacada por fantasmas cuya naturaleza escapa a mi comprensión... ciega, mientras se me escapa la vida entre los dedos, como creo que le ocurre al 99,9% de la gente aunque espero equivocarme en esto, y que en verdad los que parecen estar vivos lo estén, al menos en una cierta proporción... que sí que todos lo estamos, desde el más feliz hasta el más infeliz, pero coño en verdad estamos solos así que ande yo caliente venga a calentarse la gente que pasa frío, que hay que ver los abrazos que saben dar algunas personas, y al final puede que lo que deba aprender yo es a recibirlos, porque me cuesta menos brindar lo poco que tengo que recibir lo mínimo que me dan.