27.9.08

Las cadenas de mensajes.

He recibido un mail. Es absolutamente INCREÍBLE. Un cuento de filosofía oriental que ahora os lo cuento porque NO PIENSO MANDÁRSELO A NADIE. Estoy harta de los mensajes en cadena de "tu vida mejorará en 5 minutos si le envías este mensaje a 100000000 personas. Si no te vuelve de vuelta quiere decir que no tienes un solo amigo".

Desde aquí no creo que llegue a ninguna parte pero siento la obligación de "denunciar" el utilizar este tipo de esqueleto (estructura que da a la forma) en mensajes como este :(

EL CUENTO: (seguro que lo cuento peor pero al menos hago por perpetuar el mensaje a mi manera).

Una vez un padre dijo a su hijo: deberás clavar un clavo por cada momento en que pierdas la paciencia.

El hijo clavó 37 clavos, pero un día se dio cuenta que clavar un clavo era mucho más difícil que concentrarse en no perder los estribos, hasta que llegó un día en el que ya no pudo clavar un solo clavo más.

Entonces su amador padre le dijo que desclavase un clavo por cada momento en el que consiguiese no perder la paciencia. El hijo así lo hizo y cuando se lo contó a su amado padre éste le dijo:

- Amado hijo, estos agujeros que has hecho en la pared la dañan irremediablemente. Puedes pedir perdón 27 millones de veces, puedes ser perdonado, puedes perdonarte a ti mismo... pero esas heridas jamás de los jamases dejarán de exixistir. Puedes clavarle un puñal a un hombre, pedir perdón pero la herida seguirá estando ahí (lo mates o no)(esto es mío).

Esto era para reflexionar sobre el daño que causamos cuando nos enojamos. Espero que os guste tanto como a mí :)

Os quiero

Mari (lunagua)

PD: segur que no em llegeixes petarda lluna però gràcies per aquest correu :))))))))))

banda sonora: Pink Floyd

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Lunagua:
Este cuento nos deja un mensaje muy bueno, pero te aseguro que el alma humana no funciona de ese modo tan así como los huecos de un clavo en la madera. Tal vez el hueco que deja el clavo en la madera no se vuelva a sanar, pero las almas se sanan, y de hecho, el ser humano es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. De hecho, puede amar, dejar de amar, volver a amar nuevamente, en fin. Puede que un día tenga deseos de matarte porque me has clavado un clavo, y puede que al día siguiente sienta que te estoy amando con todas las fuerzas de mi corazón, y como si esto fuera poco, podría hasta considerar que el amor nació de ese clavo, jejeje. Besitos:
Tadeo

lunagua dijo...

Besitos :)