AMAR ES DAR, NO PEDIR.
Cuando te sientes completo/a en ti mismo/a, cuando estás bien, realizado/a y en paz, naturalmente quieres expresar tu amor, tu afecto hacia la persona amada, pero lo haces por la ilusión que te produce amar a ese otro/a, porque lo aprecias o deseas, no porque lo necesites.
Este amor verdadero, que no pide nada a cambio, que tan solo quiere dar es lo que realmente es el amor: amor es Dar, no pedir... Al pedir queremos tomar para nosotros/as, obtener o acumular ese amor que el otro/a tiene para ofrecernos, como quien atesora amor dentro, como “avaros” que quieren para si mismos y que “los demás los amen” pero sin estar activamente dando o amando.
El amor verdadero es cuando ya te amas lo suficiente a ti mismo/a como para no depender de otro para sentirte completo y amado/a y desde esa completitud naturalmente quieres compartir, disfrutar, ayudar o amar a otro/a.
El amor no es dependencia, no es exigencia, no. El amor no duele sino que se disfruta, el amor no es dependencia. Si realmente quieres llegar a descubrir este amor o quieres volver a ese estado porque ya lo conoces debes darte cuenta de lo que es amor y lo que no lo es.
Si te descubres en la demanda, queja o exigencia por ser amado date cuenta de cómo hay una carencia y poco a poco ve llenando ese vacío con tu propia consciencia, contigo mismo/a, amándote a ti mismo/a, cuidándote, valorándote, reconociendo que eres bello/a, disfrutando de tu trabajo y proyectos hasta que te sientas amado en ti mismo.
Repite: “Me amo tal y como soy”… Desde ahí, desde el amor auto-contenido, estando completo/a, comenzarás a disfrutar el dar amor, simplemente porque es bello hacerlo, no por otra razón.
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