28.6.23

De qué hablar

Hablar por hablar, de que no hay derecho a que tenga yo q estar en este puto antro, cuando me sé ganar mi libertad y hasta donde más negada la tengo me llega para valerme sola, cosa q soy perfectamente capaz de hacer, y mejor que en esta puñetera reclusión que no me lleva a lugar alguno. Y QUE LA VIDA ME DEVUELVA DE UNA VEZ A MI PRINCESA PARA SABER MÁS DE ELLA Y ACOMPAÑARNOS COMO QUEREMOS POR LOS SENDEROS DE LA VIDA. Porque ya está bien. Bien de tanto engaño, corrupción, envidias, sinsentidos, y daño que se hacen irremesibles con tal de joderme la vida, pero que no me puedan alcanzar, ni a mí ni a mi hija ni a mi VERDADERA familia. Y los subnormales que han llegado a publicar mis escritos como si fuera obra propia es de ser imbéciles a demás de ineptos, que es lo que son los locos que se creen que así se quedan mi alma, o que van a triunfar sin ser realidad en SU caso lo q hablan. Y me voy a cenar. Adiós muy buenas. 

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