El Futuro

EL FUTURO

Como nicosiana el futuro que quiero es un futuro sin dolor, con cicatrices de las que extraje
la llave que me salvó, pero que ya no sangran. Que mis dolencias sean otras, o hacerme
amiga de las de siempre.

Un futuro donde las sacudidas ya no sean tan fuertes, y donde sepa gestionarlas de manera
constructiva, de manera que pueda decir que todo esto no fue en vano.
El futuro es avanzar unos pasos en la senda que estamos pisando. Y yo, que no soy vidente,
puedo hablar como mucho de lo que quiero que sea.

Para mirar adelante me paro en el camino inexistente de mi vida y miro hacia atrás, y veo
batallas ganadas, otras perdidas, siempre en busca incansable de ganarle la guerra a los
fantasmas que habitan mi mente, a la mierda que me corroe, a esa soga al cuello que no
me deja vivir y que alguna vez temí que acabase con mi vida sin conseguirlo. Esos fantasmas
que me hicieron apostar por el camino del Arte, que me daba miedo volverme loca y ahora
me río, que ya se supone que lo estoy y no digo ni que sí ni que no, que todo depende y
que la verdad, del futuro ni flowers.

Tengo que ganar la guerra.

Y sigo pensando que todo lo que haga por mí lo hago por el mundo, porque sigo pensando
que donde una persona llora algo se muere en el alma de todos los demás.
Que todo lo que no se comparte se pierde y que esta radio es genial porque nos permite
compartir con gente interesada nuestras vivencias pensamientos y creaciones.

En mi presente estoy contenta porque he retomado las cosas por fin donde las dejé.
Ya era hora.

La lucha es la misma, la lucha Nikosiana es la de personas que sufrimos y damos la cara,
y el futuro que quiero para la radio es que sirva realmente para algo y se nos escuche de
verdad, que los premios están bien pero son lo de menos.

El futuro que quiero para la Salud Mental es un mundo de mentes más abiertas, más
humanas, y menos esquizofrénicas, que al final, no sirve de mucho que nos traten
de curar con el veneno que nos enfermó.

Que los psiquiatras sean más espejos y menos espejismos, que si yo no me veo
y necesito ayuda me ayuden a verme en lugar de taparme la cara con una toalla.
Y hablando de mí lo que quiero, simplemente es ser feliz. Ganar la guerra aunque
perdiese mil batallas, que quien ríe el último ríe mejor. Y yo me río de mi locura
y de todos aquellos que me llaman loca.

Ganarme la guerra a mí misma, que suelo ser mi peor enemiga porque si yo soy Yo
y estoy bien, nada ni nadie puede ni podrá conmigo jamás.

Y podré ser lo que quiera, que no es tanto, o puede que sí quien sabe.

Lo que quiero es alcanzar mi destino, y que este tortuoso camino que, quien sabe
si escogido o no, porque en los inicios de todo esto, que por cierto es mucho anterior
a la etiqueta que hoy por hoy me acompaña para bien o para mal, yo solía negar
todo aquello a lo que hoy me enfrento.

Y era feliz. Pero la mierda debajo de la alfombra al final acaba saliendo cuando el aire
la levanta, y lo peor de todo no es eso, lo peor es que ni siquiera sabía que estaba allí.
Que todo empezó sin entender el porqué, que aun hoy no lo entiendo, por mucho que
me haya hecho medio amiga de la mierda a fuerza de trabajar con ella.
Que soy pensionista, que según se mire y según para quien soy un deshecho social,
y que no es trabajo solo aquello por lo que se cobra dinero (y de eso los nicosian@s
entendemos un rato).

Y que tampoco me las voy a dar ahora de trabajadora, que mi reacción al encierro fue
pasar de todo aunque dedicarse el tiempo a una misma en según que extremos puede
que no sea perder el tiempo, que escuchar música puede parecer de vagos pero sin la
música nos volveríamos todos locos pero de verdad. Y si yo me curo, tú estarás más
sano.

En todo caso estoy contenta. He pintado 3 cuadros, mi habitación ya no recuerda
a una ciudad después de un terremoto, he adelgazado mucho de lo que engordé,
a veces hasta siento seguir teniendo corazón después de todo, que no se ha muerto
del todo o eso parece, igual que mis sueños, aquellos que un día di por perdidos.
Que creo en la regeneración, que creer es saber y sabiendo como sé que esto no tiene
por qué ser algo crónico me da una rabia infinita que nos metan esas ideas en la cabeza.
Porque si me lo hubiera creído no estaría hoy aquí, y dudo mucho que esos 3 cuadros
estuviesen pintados, con un cuarto esperando y algunos dibujos.

Que no niego que sea un tema peliagudo, pero tampoco me pueden negar los profesionales,
y además de la rama que sea, que para evolucionar no vale quedarse en las viejas estructuras,
y menos cuando no se ha llegado al destino final del estudio del tema, que destino es decir
mucho, que yo no sé si hay un final o siempre se vuelve a empezar pero si volvemos a empezar que sea desde otro punto cuando el viejo no vale.

Y que no vale me parece de cajón. Contiene, como mucho. Ayuda a paliar la agresividad,
camufla el dolor pero el dolor no puede ser camuflado, igual que por el alcohol o las drogas
la mierda flota en ellas pues con las medicinas lo mismo, esa no es solución, no se puede
ignorar el dolor yo lo sé porque no he tenido más remedio pero ya que lo sé lo digo a los 4
vientos, el dolor existe para aprender de él, y donde hay herida hay conocimiento y en los
hospitales no se escucha a las personas de corazón, porque la esquizofrenia es la
enfermedad del mundo, la mente dividida es la que impera porque nos hemos olvidado
de Ser y en ese sentido es más honesto estar enfermo que creerse sano, y en todo caso
si tan sano estás tu salud no puede cimentarse en el olvido del dolor ni en el cerrar los ojos,
que no digo que lo haga todo el mundo pero es la tendencia que existe y lo entiendo, de ver-
dad que lo entiendo, que yo lo hacía y hasta creía ser feliz, pero es una felicidad falsa que
acaba cayendo por su propio peso y en fin, que empiezo a hablar y no paro, que estoy
desencantada con la filosofía imperante y que la esquizofrenia sigo diciendo que no es más
que un espejo roto y que debajo de ese espejo está la energía que lo rompió para reconstruírlo de nuevo y que la Salud Mental del Futuro depende de aprender a reconocer los sistemas subconscientes que la mente tiene y que bien llevados son curativos porque somos
infinitamente más sabios de lo que nos pensamos. Y que cerrar los ojos a eso es obstruír
la evolución de la Salud Mental.