Sobre la composición y el orden, la taracea me ha parecido muy interesante, como muy milenaria, y, visto lo visto por internet después de la clase, “un arte en peligro de extinción”. Hoy en día se trabaja mucho con el ordenador, y creo intuir que en un futuro no muy lejano vamos a recuperar en el arte la importancia de la fuerza simbólica, aunque el valor de lo artesanal (que nunca pasa de moda) no estoy segura de si se revalorizará o realmente se acabará extinguiendo.
Hablamos de composición y orden, lo cual se puede buscar en la tradición (por su valor demostrado de perennidad), tanto como en la vanguardia (tendencias de futuro). Porque ir avanzando en la evolución del Ser humano es conocer la verdad, valor intrínsecamente ligado a la figura del símbolo que aparecía en las taraceas que me han llamado tanto la atención.
En cuanto a la “negación de la jerarquía” de Pollock, decir que la no-jerarquía me ha acabado resultando como la cara de la cruz del Orden, pero hablando de la misma moneda. Tal vez estemos aquí para conocer el Orden mediante el Kaos, o, dicho en otras palabras, el temor al vacío que da lugar a la forma.
Las “Tramas” de Ch.Boleau, por el contrario, hacen referencia a un orden y a una estructura, que hace reflexionar sobre el fondo a través de la forma, y no a la inversa como teníamos en Pollock.
El punto medio a esta disyuntiva entre significado y significante lo tenemos sin duda en el símbolo: arquetipos colectivos y resquícios de verdad.
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