10.2.16

Me duele la cara de ser tan guapa

Me duele la cara de ser tan guapa, y el alma no se keda corta. La gente no entiende que lo q se hace se paga tarde o temprano y hay personas que apuestan por el maltrato. 

Mi astralidad no es lo suficientemente convincente como para que el Dr que me tuvo por loca le de la razón a mucha gente en que no lo estoy, para ponerse a hacer algo al respecto. 

Maldito dinero, visible e invisible, corrupción del mundo y sus afanes de poder. Las cosas que tienen valor no tienen precio, y no siempre es equivalente lo que cuestan las cosas a lo q valen. Lo que vale del dinero es la libertad que te da, y lo que valen las personas es cómo ejercen esa libertad, tanto cuando se tiene como cuando no se tiene.

No me gusta la violencia, pero el mundo es un lugar donde habita el conflicto, y aunque soy agresiva, o justo porque lo soy, no me gusta que me hagan daño y por lo tanto me gusta escoger no apostar por el daño, al menos gratuíto.

Porque todo vuelve.

Todo es relativo a lo absoluto.

Hay un puto gilipollas q se siente tan inferior a mí que se cree con el derecho de maltratarme.

Y la gente no entiende que otra gente me quiera matar. Y además de verdad. En la vida real. Por no haber sido como ellos quieren.

Y yo no sé q hacer, pero, evidentemente, Dios me hizo libre (como a todos) para trabajarme a mí misma como me venga en gana.

Yo no quiero pagar.

Y los que me endosan sus muertos son los que se cavan su propia tumba.

No se puede eludir la responsabilidad.

Y quien lo hace lo paga.

Se la endosarán a la fuerza como hacen conmigo? Quien sabe.

Es una cuestión de responsablidad con mi propia conciencia, y con la de nadie más, lo que me hace manejarme lo mejor que puedo en esta mierda de mundo y sus mierda de habitantes.

Detesto el planeta tierra.

No estoy de humor, se ha notado?

Espero que el abusador sea abusado, el asesino asesinado, el amor amado y el odio odiado.

Y que se sepa la verdad.

Que todo se sabe.

Estoy pasando por un calvario, y no es una enfermedad mental.

Y que luego me encierren a mí.

No es que no me atreva a hacer según qué cosas, es que hay cosas con las que jamás comulgaré.

No se puede. No se puede. Y no se puede. Eludir la responsabilidad de los propios actos.

Y quien lo hace solo lo parece, porque tarde o temprano todo recae sobre cada quién.




No hay comentarios: