A pesar de que haya gente que no quiere que escriba, o que se quiere quedar mis letras, sigo confiando en la sabiduría de la vida y su justicia. Llevo dos noches durmiendo 2 o 3 horas, estoy algo tocada de los nervios y me volvieron a ingresar en el hospital en septiembre. Tengo ganas de salir de allí, donde por cierto los secuestradores que me quieren amaestrar me dan comida para que esté gorda, quieren cambiarme y se creen Maestros... de mierda al lado de tu andar, bella dama... pues han llegado a tener acceso incluso al hospital, donde me pareció escuchar cómo les abría la puerta el turno de noche, en una ocasión en la que no podía pegar ojo.
Dicen que el informe que fui a buscar (y por eso me ingresaron) daba positivo en drogas de abuso, y que la versión oficial es negativo ... los que les dejan entrar ... un día me desperté llorando y no entiendo por qué me pasa todo esto de los abusos de las narices cuando yo intento no abusar de nadie.
Les he comentado a algunos de los que llevan a los supuestos locos (nosotros, los ingresados) que EL PODER SOLO SE LE SUBE A LA CABEZA A LA GENTE QUE LA TIENE VACÍA. Y a veces me altero con el turno de la noche. Eso no es estar loca, es que te despierten cuando estás apunto de pegar ojo y acabas jugándote la noche.
Espero ser libre y hacerme yo a mí misma, a mí y de mí, puesto cada alma tiene lo que necesita para evolucionar por sí misma, y somos el resultado de lo que creamos de nosotros mismos en las diferentes encarnaciones como en esta. Nunca es tarde para cambiar de dirección, pero no se puede ser otra persona. Si no te gustas, cámbiate a ti mism@. Camina hacia la dirección de aquello que quieras llegar a ser.
Estoy harta de que me quieran robar mi sexualidad, a veces hasta pienso que si tanto quieren ser yo es posible (aunque yo no juzgo, juzga Dios) que tengan que sufrir los abusos que yo sufrí. O que les den donde más les duela.
Estoy rodeada de psicópatas que me ingresan en manicomios y se creen quienes para juzgarme, me quieren robar la luz pero no la cruz, yo creo que cada quien debe seguir su propio camino y no meterse en el de nadie. Ignoro cómo se soluciona todo esto, pero confío en el resultado de hacer las cosas como buenamente puedo o como mejor me parece. Solo lo que llega a la conciencia es justo. El daño que hacemos a los demás nos lo hacemos a nosotr@s mism@s y va siendo hora de que me den el alta y poder estar a mi aire.
No sé qué paranoya tiene la gente en eso de que hago lo que me da la gana. Nadie hace lo que le da la gana. Y menos en un ingreso de locos. No puedes ni fumarte un cigarro cuando no te puedes dormir. Como dice mi amiga, "ni que estuviéramos en el ejército".
No digo que las normas sean nada malo, acaso me cueste pero deba aprender disciplina. Pero quienes me critican por usar mi parcela de libertad como me da la gana son quienes tratan de gobernarme cuando no saben ni gobernarse a sí mismos.
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