Una historia os han contado
de lo que somos nosotros,
una imagen tenéis ya,
tapiz de lo que ven algunos
en nosotros. Ellos creen,
y al creer crean, muchas
cosas que no son ciertas...
¡Y luego los paranoicos
somos nosotros, los locos!
Todos inventamos cosas,
y algunas van a misa.
Siempre las suyas,
nunca las nuestras.
Nos ponen en tela de juicio
nuestras creencias.
El revés: una flor,
Reflejo de lo que somos.
No de lo que creemos ser,
no de lo que creen que somos.
Esa flor es tan real
como el canto de una alondra.
Cada un@ tiene la suya,
y todas juntas hacen un jardín:
el jardín de la locura.
Un mundo rico en matices,
flores que se atreven
a ser diferentes, a sentir,
a navegar en busca de verdades
más reales que ese tapiz
con el que nos cubren,
acaso por vergüenza,
acaso por miedo,
tal vez por ignorancia.
Ignorantes son los hilos
del tapiz del prejuicio.
Y nosotros, desesperados,
corremos el peligro
de dejarnos arrastrar,
de creer que ese tapiz
es en verdad lo que somos,
olvidando aquella estrella
que un día guió nuestros pasos
llevándonos de viaje al infinito.
1 comentario:
es un poema precioso
y muy real,es decir que tienes razón que es verdad lo que dices esta es mi opinion
viva lunagua viva!!!!!
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