Alguien dijo una vez, en tiempos de Platón, que los artistas eran la clase menos noble de todas.
La acusación argumentaba q la invención de mundos era menos importante que comprender el mundo real y estar en él.
La defensa, simplemente, añadió una nueva cláusula a sus leyes: aunque parezca mentira, debe perseguir siempre la verdad.
Los Sacerdotes, en cambio, eran grandes sabios.
Pero a lo largo de la historia algunos de ellos usaron como bandera mentiras mucho más fuertes, que akellas ke tenían los acusados de antaño.
La moraleja que le saco es q no importa arriba o abajo, sino aquello que guía tus pasos.
1 comentario:
muy bien fantastica como siempre pero el negro y el azul oscuro son dificiles de leeer a ver si lo cambias esop si lo crees conveniente digo
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