Estoy triste. No sé si añoro lo que
 un día tuve, o lloro por todo el dolor de mi alma que sin fumar porros 
está menos anestesiada. Siguen los ataques energéticos y estoy hasta las
 narices de ellos, de ellas, que me hacen más caso mis enemigos que mis 
amigos y esto no puede ser. Placeres ocultos, conversaciones a media 
voz, susurros del viento que añoran aquello que no sucedió. Que un día 
la tuve esclava, que ahora la tengo amarrada, que no sé por qué no se 
cansa, de hacer de mi esencia una farsa (que ya me cansé). Dejarme en el
 muelle de San Blas, con mi bendita y maldita soledad, de duendes 
abismos y exorcismos, de demonios propios por cierto, que cada cual se 
curre lo suyo y cada cual su percal, que los locos tenemos alma y la 
mayoría amamos de verdad, donde duele dice el viento, que venimos a 
sufrir, y hasta los que me roban estas letras podrán comprenderlo al 
fin, cuando llegue el padre santo, a sentise en ellos, sí. Los cojones 
dice el viento, que dios no vende o es ciencia ficción, porque tanto 
amor les falta que esta (dicen) me la como yo. No lo entiendo no he 
fumado, y siguen entrando en mi vez, yo no quiero para nadie lo que 
vivo, quédate. Ya ves dónde, dice ella y mientras tanto la consuela el 
que un día quiso ser, de entre tantos aspirantes en su vida el buen 
bedel. Y que es esto, dice ella, una farsa? Puede ser, que alejados del 
camino no me quieran dejar ver. Lo que brilla en tu cocina, dice uno y 
qué manía con la cocina joer, que yo si no me cocino no como caliente! 
Estoy sola y no me dejan ni disfrutar de mi soledad, tan acompañada 
siempre de los que me quieren dar, gato por liebre decían algunos, pues 
si es eso lárgate, a donde las cosas suenen a gato por gato y liebre por
 liebre.
 Ojo por ojo y el mundo acabará ciego o al amor con amor y al odio con odio??????????? 
