La profundidad es la esencia de las cosas. Buscándola puedes llegar a vivir innumerables aventuras, unas positivas, otras negativas. A veces tiene q morir lo caduco para q llegue lo nuevo, y una muerte siempre va a ser un trauma. Perseguir un mundo donde la esencia es lo más importante, la luz, la conciencia, actuar en ese mundo donde no existiera la hipocresía ni los caminos desviados, en ese mundo perfecto que lo es porque en la esencia habita el amor, llámalo Dios si quieres, pegamento cósmico, respeto, empatía, donde desde la esencia se puede ver la esencia del otro, desde la conciencia y para la conciencia, donde el amor hace posible la libertad y la anarquía y el comunismo bien entendidos, que son ideales igualitarios porque ya hay conciencia y no hace falta armadura, actuar en ese mundo como si fuese real es ser un Quijote. Luchar por el ideal es chocar contra lo real. Y Quijote es el loco que parece que sepa poco y al menos tiene la valentía de luchar por su pureza aunque sea en contra de la corriente establecida. De locos todos tenemos un poco y el loco de loco no se queda nada corto, que no es poco. Luchar por el ideal es chocar contra lo real. Profundidad es recordar que somos luz en nuestro corazón. Profundidad es buscar el camino para expresar esa luz que llevamos dentro. Profundidad es escuchar al alma que es sabia y tratar de reparar lo que se ha estropeado. Profundidad es aceptar aquello que no funciona. Profundizar es algo que a mucha gente asusta y a otra se le ha olvidado. Nos da miedo conocernos pero si no puedes con tu enemigo únete a él, no se puede negar el lado oscuro, aceptemos la mierda real, y aprendamos a dominarla. No trabajemos para ella, que ella trabaje para nosotros. La mierda es abono en los campos.